Tener ganas por llegar hasta el final y cuando menos me doy cuenta, allí estoy, sentir como se estremece el cuerpo, como el cansancio se apodera de mi, y todo por querer superarme a una misma en cada prueba, en cada obstáculo, a cada problema que venga. No tener miedo de llegar al final, a veces es mejor frenar y mantener el ritmo dependiendo de lo que conste la distancia que nos separa de nuestro camino, y una vez que todo lo tienes claro, que sabes que estas a punto de lograrlo, no pararte a pensar, no parar de luchar, no rendirte jamás, esforzarse al máximo, y no dudar, nunca es suficiente, siempre se puede más. Quien te detiene de conseguir tus propios logros eres tú, todo lo que necesitas estas buscar, esta en ti.
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